La historia se centra en un malévolo hombre de negocios, que 20 años después de haber asesinado a su socio, recibe una visita inesperada que pretende cobrar esa deuda.
Noche de San Juan de 1980: Miguel Gironza acciona un detonador a distancia y provoca la explosión del coche de su socio y amigo Arístegui. Dos extraños ancianos, Remedios y Nemesio, han sido testigos del asesinato. Al día siguiente, acompañados de una niña, aparecen en el entierro de Aristegui: comunican a un sorprendido Gironza que a partir de ese día verá cumplidos todos sus sueños. ¿A cambio de qué? Lo sabrá cuando vea un gato negro con la luna llena en la frente.
Veinte años después. Día anterior a la festividad de San Juan: Serafín, un mensajero al que nada parece sonreír en la vida, con problemas respiratorios y de corazón, tropieza a bordo de su ridícula motocicleta con un accidente. Entre todos los destrozos le llama la atención una cestita de las de trasladar animales con una dirección anexa. Dentro de la cesta un gatito negro con una mancha blanca en la frente. La dirección resulta ser la de la residencia de Remedios y Nemesio.
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