Ésta es la triste historia de Dogville, un pueblo de las Montañas Rocosas donde la carretera muere al lado de una vieja mina de plata abandonada. Los habitantes de Dogville son gente honrada y aman a su pueblo.
La casa de Tom (Paul Bettany) había conocido épocas mejores pero seguía siendo la más bonita del pueblo. El padre de Tom (Philip Baker Hall), un antiguo médico, cobra una modesta pensión. Tom es escritor.
Cada tarde a las siete, Martha (Siobhan Fallon) toca la campana. Tom va a casa de los Benson para infligir a Bill (Jeremy Davies), su amigo de siempre, una enésima derrota humillante a las damas. Algunos dicen, y no se equivocan, que Liz (Chloé Sevigny), la hermana mayor de Bill, le atrae más que el tablero.
Esa noche, mientras vuelve a casa siguiendo la Calle del Olmo (un alma sensible de la Costa Este había dado ese nombre a la calle mayor a pesar de que ningún olmo se había visto nunca en Dogville), Tom oye unos disparos procedentes del valle. Se sienta en el banco para reflexionar, pero pronto le interrumpen los ladridos de Moisés. El perro parece querer avisarle de que algo grave pasa.
Se llama Grace (Nicole Kidman). No ha escogido Dogville en un mapa, ni tampoco para hacer turismo, pero Tom se da cuenta inmediatamente de que es el pueblo ideal para ella. Al ver un coche lleno de hombres armados detrás de la bella fugitiva, Tom la esconde y les dice que no ha visto nada.
Al día siguiente, en la reunión del pueblo, Tom cuenta brevemente los acontecimientos de la víspera a los habitantes boquiabier tos y va a la mina para buscar a la fugitiva. Se acuerda por unanimidad dejar que Grace se quede dos semanas en el pueblo.
Para que se gane la confianza de los habitantes, Tom propone que Grace trabaje. Todos dicen que no les hace falta, pero Tom insiste, convencido de que muy pronto Grace se conver tirá en imprescindible. Pero la entrevista de Grace con Jack McKay (Ben Gazzara) resume la actitud de la gente del pueblo. Jack se limita a un “no” que no admite discusión. Alentada por Tom, Ma Ginger (Lauren Bacall) acaba por pedirle que pode los arbustos de grosellas que crecen detrás de la tienda de ultramarinos. Grace se esfuer za y, poco a poco, todos le buscan trabajo.
A las dos semanas exactas de la llegada de la bella fugitiva, todos los habitantes de Dogville se presentan a la reunión, el silencio es total. Grace espera el veredicto fuera del edificio. Escucha la campana tocar con cada voto a su favor.
La primavera y el principio del verano son días felices para Grace. El pueblo ha acordado que cada uno le pague de acuerdo con sus posibilidades. Gracias a su pequeño salario, puede comprar la primera de las siete figuritas de porcelana cubier tas de polvo en el escaparate de Ma Ginger. Durante la comida campestre organizada para celebrar el 4 de j u l i o, Grace y Tom se declaran tímidamente su amor mutuo.
Pero un día, mientras Grace ayuda a Chuck (Stellan Skarsgård) en el huerto, la policía coloca un cartel de busca y captura en el pueblo. No sorprende a nadie que los gángsteres hayan acusado a Grace en falso para intentar neutralizarla, pero Dogville enseña los dientes.
De pronto, Grace ya no tiene ni un momento de descanso. Ma Ginger la regaña por haber cogido el atajo entre los arbustos de grosellas. Jack McKay le toca el muslo. Chuck se aprovecha de ella en el huerto. El hijo de Chuck y de Vera la obliga a darle una azotaina y, en cuanto acaba el castigo, corre a delatarla. Pero Grace ha ahorrado bastante para comprarse la última figurita del escaparate de Ma Ginger.
Vera (Patricia Clarkson), Liz y Martha van a ver a Grace para quejarse. Mientras Liz y Martha la sujetan, Vera rompe una a una las figuritas tan queridas de Grace.
Tom convence a Grace para que huya con la ayuda de Ben (Zeljko Ivanek), el transportista. Pero en vez de llevarla al valle, Ben se aprovecha de ella en la camioneta antes de devolverla a Dogville escondida debajo de una lona. Todos se enteran de que Grace quería fugarse y Tom tampoco la defiende cuando roban una importante suma a su padre. Para impedir que vuelva a evadirse, la buena gente de Dogville decide que lo mejor será ponerle el collar de Moisés y una pesada cadena atada a una vieja rueda oxidada.
Excepto Tom, que se reprime muy a pesar suyo, todos los hombres de Dogville visitan a Grace de noche para abusar de ella. Tom lo sabe y sufre.
Se organiza otra reunión. Grace cuenta su historia con la mayor simplicidad, sin añadir nada. Pero los habitantes hacen oídos sordos a sus argumentos. Temeroso de enemistarse con el pueblo si sigue apoyándola, Tom toma una decisión drástica. Antes de volver a la reunión, abre un cajoncito que no ha tocado desde la llegada de Grace, coge la tarjeta que le dieron los gángsteres y les llama.
Dogville parece contener la respiración. El viento ha parado, una calma extraña invade el pueblo. En cuanto oyen los coches en el lindero del bosque, todo se pone en marcha. Tom organiza un comité de bienvenida. Aunque Dogville esté apartado del resto del mundo, es un pueblo hospitalario.
En cuanto a Grace, aun sin ser una experta en coches de lujo, no le cuesta reconocer el ruido del motor del Cadillac tomando la curva de la Carretera del Cañón, a punto de entrar en el pueblecito de Dogville...
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