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jueves, 9 de julio de 2020

Funerarias S.A.

Funerarias S.A. - Película 2002 - SensaCine.com

Boris Plotz (Alfred Molina), director de la Funeraria Plotz, soñaba hace veinte años -cuando era un chico tímido y retraído- con dos cosas que aún no ha olvidado... el baile y Betty (Brenda Blethyn). Betty amaba en secreto a Boris, pero no fue capaz de contradecir los deseos de sus padres, así que finalmente se casó con el cazafortunas Hugh Rhys Jones (Robert Pugh). Boris renunció a sus sueños y se hizo cargo del negocio familiar de pompas fúnebres. Desde entonces las vidas de ambos han permanecido inalteradas en una tediosa rutina, hasta que la suegra de Betty muere. Boris y Betty se reúnen de nuevo para organizar el funeral de la anciana y a medida que hablan de los preparativos la chispa que surgió en su juventud vuelve a encenderse.
La ceremonia tendrá lugar en la Funeraria Plotz, para disgusto del director de la funeraria rival, Frank Featherbed (Christopher Walken). Featherbed, un excéntrico americano, está decidido a revolucionar el negocio de las pompas fúnebres en Inglaterra con la novedad de los funerales "temáticos".
Boris no soporta que el único obstáculo entre él y Betty sea un matrimonio con un tipo que además de no quererla en absoluto le es descaradamente infiel con la explosiva Meredith (Naomi Wats). En una desesperada tentativa por alcanzar la felicidad, Boris y Betty deciden fingir la muerte de ésta y escapar juntos una vez que todos hayan creído que Betty ha pasado a mejor vida.
Mientras tanto, el excéntrico Featherbed está celebrando su primer funeral temático ambientado, para gran sorpresa de los familiares del difunto, en la serie de televisión Star Trek. Durante la ceremonia, el ayudante de Featherbed, Delbert (Lee Evans), que no parece tener demasiadas neuronas en su pequeño cerebro, maneja los efectos especiales para dar un toque aún más realista a este galáctico velatorio. No sin dificultad Delbert logra que el efecto humo y el musical funcionen más o menos bien, pero cuando aprieta el botón que eleva el ataúd para conseguir el efecto "ignición", el mecanismo se atasca y el féretro sube, y sube, y sube hasta atravesar el techo ante la mirada atónita de los familiares y amigos del finado.
Boris prosigue con su plan de fingir la muerte de Betty y consigue la ayuda del médico del pueblo para que certifique, cuando llegue el momento, el falso fallecimiento. Las cosas marchan según el plan previsto. El escenario elegido es el picnic del pueblo. Todos bailan alegres a la luz de la luna, entre ellos, Boris y Betty que repentinamente resbala en el borde de un acantilado y cae. Sin embargo, los testigos no pueden ver que Betty sólo ha caído unos cuantos metros hasta un pequeño saliente. Boris logra distraer a la multitud mientras Betty desciende por una cuerda hasta el fondo del barranco. El médico del pueblo la salpica con sangre falsa y parece que van a salirse con la suya, cuando Featherbed insiste en celebrar el funeral. El marido de Betty está a punto de aceptar, pero el doctor salva la situación al declarar que las últimas palabras de Betty fueron "Plotz".
Aún así, nada sale como estaba planeado. En su propio funeral, Betty, de cuerpo presente, se ve obligada a soportar las confesiones de su marido infiel, emocionado porque finalmente ha conseguido heredar su dinero, y las de su amante, que había planeado la muerte de Betty. A pesar de todo Betty tiene que contener la respiración y fingir que está muerta. Después de una serie de contratiempos, Boris y Betty consiguen escapar juntos, pero son descubiertos por Featherbed.
A pesar de ello, Betty se las arregla para dar la vuelta a la situación y logra que Featherbed y Boris la ayuden a vengarse a fondo de su marido infiel y de su amante asesina.

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