Joe Moore tiene una esposa joven y atractiva, varias personas le deben dinero, y además tiene un trabajo que le encanta. Es ladrón.
Su vida se ve trastocada cuando una inoportuna cámara de vídeo de seguridad le filma en plena faena. Su encubridor y comprador de objetos robados, Bergman se niega a pagarle el dinero que le debe, y es probable que su esposa esté engañándole con el joven lugarteniente de dicho perista.
Moore y su colega habitual, Bobby Blane, así como su cómplice Pinky Pincus se encuentran de pronto en la ruina, traicionados y chantajeados. Moore se ve obligado a juntar de nuevo a su equipo con la intención de dar un último golpe para Bergman.
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